Entre la voz y los labios algo se va muriendo converso, gritó, escupo al cielo las estrellas e intuyo que en el vértice último de mi boca la humedad de mi lengua explota y late. Me han dicho que lo hechos ni siquiera son hechos las palabras, al menos, son palabras y las busco y coloco por orden alfabético para que no se pierdan ni puedan engañarme. Yo querría saber que será de ellas cuando yo ya no esté, cuando mi boca se vuelva cuerda y fría. Y hablen otros de mi, (desde mi boca o desde más lejos) si las darán por muertas. Llegado ese momento en que el crepúsculo sea algo si cabe más oscuro. Si la noche se vuelve algo más negra y el mundo algo más grande. Cuando el amancer sólo sea un souvenir de que estuvimos vivos emergerán mis palabras de la tierra tan ardientes tan vivas como nunca. |
sábado, 7 de febrero de 2009
Tengo una orquidea
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Enhorabuena por la decisión y también ¡¡Ya era hora!! De todas formas, siempre echaré de menos "la pantera".
ResponderEliminarEl poema es muy bonito pero me faltan las orquídeas.
Señorita, ahora le toca actualizar. Si puede ser algo para Nano, por guapo, se le agradecería.
ResponderEliminarUn saludo.
Te he descubierto. ¿Ahora qué? Me gustan los poemas en los que el título solo se intuye en el texto. adeu
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